INTELIGENCIA EMOCIONAL: Su aplicación en el ámbito educativo - Colegio Base

Hace ya 2400 años, Platón decía: “La disposición emocional del alumno determina su habilidad para aprender”. Y posteriormente Aristóteles afirmaba: “Educar la mente sin educar el corazón no es educar”.

Efectivamente, la dimensión emocional debe ser educada para que las emociones y los sentimientos se conviertan en aliados y no en enemigos.

El modelo de Inteligencias Múltiples (Gardner, 1983) proponía una nueva visión de la inteligencia como un abanico de capacidades: no son cualidades innatas sino habilidades aprendidas.

La Inteligencia Emocional (Salovey y Mayer, 1990 y Goleman, 1995) es concebida como una inteligencia genuina basada en el uso adaptativo de las emociones que permite al individuo solucionar problemas y adaptarse de forma eficaz al medio que le rodea.

Las últimas investigaciones demuestran que puede utilizarse eficazmente en el ámbito escolar para fomentar la salud emocional.

La Educación Emocional y Social trata de entrenar habilidades facilitando en los alumnos sus relaciones interpersonales y la resolución de conflictos, aumentando su bienestar psicológico, mejorando su rendimiento académico y disminuyendo la aparición de conductas disruptivas.

Supone trascender la visión puramente instrumental de la educación como vía para obtener resultados y reconsiderar los pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser.

Goleman identifica cuatro competencias de la Inteligencia Emocional:

  • Conciencia emocional de uno mismo.
  • Gestión de las propias emociones o autorregulación.
  • Conciencia social y empatía.
  • Gestión de las relaciones interpersonales.

Los resultados de diversos estudios tras la aplicación de programas SEL (Aprendizaje Emocional y Social) demuestran que los alumnos obtienen puntuaciones significativamente superiores en competencias, actitudes y conductas emocionales y sociales, así como en rendimiento académico. Existe por tanto apoyo empírico en defensa de la eficacia de este tipo de programas.

Avanzando en las últimas investigaciones, el modelo de Vinculación Emocional Consciente (Aguado, 2013) nos recuerda que la Inteligencia Emocional tiene que ver con la capacidad de saber elegir la emoción más adaptada para cada situación. La emoción decide y la razón justifica.

Convencidos del principio de que no hay aprendizaje sin emoción, en el Colegio Base estamos implementando nuestro proyecto metodológico basado en Neurodidáctica, integrando la Educación Emocional y Social como eje transversal del currículo que impregna el proyecto educativo.

Contamos con un proyecto propio que se aplica de forma transversal en diferentes áreas curriculares y de forma explícita en las sesiones semanales de nuestro Plan de Acción Tutorial. Formamos parte del programa Educación Responsable (Fundación Botín), lo que enriquece nuestro trabajo en red con otros centros educativos y participamos en los recursos de Reflejarte y Coro de las Emociones, aplicados a la educación artística.

Dedicamos una sesión diaria al aprendizaje y entrenamiento de técnicas de relajación, incluyendo recursos como el Mindfulness (atención plena).

En su interrelación con el proyecto de Neurodidáctica, nuestro proyecto de Educación Emocional y Social ha dado lugar en nuestro colegio a otros proyectos diferenciales como son Base para Volar (Biblioteca de las Emociones) y Proyecto LÓVA (La Ópera, un Vehículo de Aprendizaje), entre otros.

El desarrollo de este programa implica la formación permanente de nuestro profesorado en este ámbito, lo que facilita su propio desarrollo personal y emocional como educadores, con el fin de conseguir un clima emocionalmente saludable en las aulas y en nuestros equipos de trabajo.

El resultado se refleja en una cultura organizacional que cuida el clima emocional de la comunidad educativa.

Centrar los esfuerzos en el desarrollo emocional y social de nuestros alumnos añade un valor considerable a nuestro proyecto educativo.

El Colegio Base desea ser una escuela de vida, emocionalmente inteligente, que actúa, crece y se desarrolla, con el fin de que cada uno de nuestros alumnos aprenda a vivir, cree su propia identidad, descubra el mundo y lo transforme.

 

Marta del Pozo Jiménez

Directora de Primaria

Colegio Base

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